Existentes a veces como invisibles, pero muchas veces tácitas en el mundo de los humanos, quienes a través de sus múltiples relaciones en torno a una comunidad le dan un sentido de existencia. Muy a pesar del grado de formación o estructura de las relaciones, las redes, persisten de manera fija, fija, autónoma y presentes en todas sus formas y en muchas partes. Pero con características de un ser vivo. Y se caracterizan por tener naturaleza humana, pues están integradas por el hombre como factor social.
Se presentan según la calidad y la cantidad de vínculos que manejamos en el proceso de socialización dotando de caracterización y energía. Las redes no son instrumentos, pero funcionan como tales, se configuran en las circunstancias concretas. Son a su vez un espacio horizontal en tanto que fortalece como también se ven beneficiadas o necesitan del trabajo manifiesto y conjunto.
En tanto las redes verticales configuradas por la información, la cual está supeditada a la labor de los actores, quienes ordena la existencia de las redes, ya que son los procesadores de la información.
Del otro lado se encuentra la comunicación como un eje horizontal de las relaciones, como un proceso de exportación como también la inclusión de lazos, vínculos de lo que rodea al proceso, no hay partes, sólo vínculos entre entidades complejas que se relacionan unas con otras de forma compleja.
La tendencia organizadora de la vida es de forma vertical, es decir jerárquica por lo tanto configurada por una sociedad de la información, en la cual todos terminamos por interiorizar la complicidad del todo como algo complejo y que también con el aporte de todos desde un sentido indefinido de las cosas dadas. Lo horizontal es pobre, innecesario, la forma sociedad de información lo cubre casi todo con su dominio.
La sociedad de la comunicación es rígida y busca la estabilidad y la regularidad, por el contrario la sociedad de la información es piramidal, determina la presencia de un actor dominante y dominado. Cuando esta condición desaparece aparece el acuerdo, luego de luchas y conflictos por la estabilidad, donde el único problema es la pasividad del actor quedando como un actor secundario. Cambiando la escena hacia la convergencia de diversos puntos de información retroalimentadores. El orden general sigue siendo el de la sociedad de información, pero la otra ha avanzado y complicado nuestra existencia con diversos puntos de voluntad de orden que operan sobre nuestros cursos cotidianos una y otra vez. De este modo queda sentadas las bases hacia un proceso abierto, dinámico, participativo, diverso y a la vez distinto.
El punto clave de la nueva socialización son los sistemas de comunicación. En la sociedad tradicional sirven y toman las formas convenientes para reforzar la autoridad única y legítima, las formas del pasado, las relaciones verticales y jerárquicas, la irreflexibilidad, la sumisión. En la sociedad de comunicación se ponen al servicio de la llamada democracia política que permite que los grupos se organicen para luchar con los demás por el poder único heredado formalmente de la sociedad tradicional, o dispone lo necesario para que el mercado se expanda y cubra todas las regiones y los ámbitos de vida
“El sistema de información se transforma de una estructura rígida, estable, fija, formalmente ordenada, preestablecida, a una estructura flexible, maleable, móvil, informal, emergente.” La interactividad y conectividad constituyen la matriz de las posibilidades que generan comunicación en las redes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario